Reflexión sobre como nos afecta la Ciberseguridad en el día a día, a cargo de Javier Zalasar Analista de Ciberseguridad.

En la actualidad nos encontramos rodeados de información proveniente de variadas fuentes y con diferentes objetivos. Sin embargo el “fín último” de la información es crear un panorama más claro para poder tomar decisiones en un cierto lapso de tiempo.

En todo momento hacemos uso de datos sujetos a un contexto para poder tomar decisiones con el menor nivel de error posible ya sea consultando el pronóstico del tiempo, el tráfico, escuchando un audio, etc. En definitiva todo el entorno ofrece y demanda información constantemente, es algo que hacemos de forma transparente.

Generalmente todas las preguntas que nos quitan de nuestra zona de seguridad comienzan con un “Y si?” o un “Y qué pasaría si?”. Es en este punto que nuestro proceso transparente de captación de información se ve interrumpido o perturbado simplemente porque creamos incertidumbre en un proceso que se suponía infalible. Cuando esos interrogantes se hacen presentes es cuando aparece esa sensación de sutil inseguridad… y es en ese momento cuando sentimos algo similar a lo que nos pasa cuando salimos de casa y nos preguntamos “cerré todo bien”???.

Para dar respaldo a estas disyuntivas aparece el término ciberseguridad. Ahora bien, si lo decimos así de una no tiene mucha relevancia, pero vamos a plantear un marco general que nos permita tomar dimensión del impacto de la información en las decisiones y para ello vamos a situarnos en un contexto cotidiano y otro no tan cotidiano.

Imagínate que estás por salir, es temprano… tenés un día larguísimo por delante… mirás el pronóstico del tiempo y te dice “va a estar todo bien , tranquilo no va a llover…. no va a haber viento… es más, será un día cálido”. Ahora supongamos que lees eso estando en invierno…. te produce algo saber que: estás en invierno pero que “la app del clima dijo” entonces elegís creer. Salís sin paraguas, desabrigado y confiado… como resultado te mojás, te enfermás, te malpredisponés y pasas un día malo, muy malo.

Cómo pudo haber pasado si la app del clima decía otra cosa???. Simple , tal vez la super app en ese momento fue vulnerada por alguien que manipuló ciertos parámetros. Si bien no podemos estar en cada proceso desconfiando pero… mínimamente, si es invierno y una app nos dice “hace calor master” tenemos que hacer un doble chequeo.

Entonces, si los encargados de la app hubiesen sido más atentos con conceptos básicos de ciberseguridad, este error se podría haber evitado, si bien es solo olvidar un paraguas y pasar un mal día… no lo hace menos peligroso. Una falla en ciberseguridad termina ocasionando problemas en una decisión cotidiana con resultados negativos más allá de lo que calculamos.

Ahora vamos a llevarlo a un ejemplo extremo. Sos piloto de un A320…. es tu primer día  y te toca aterrizar de noche, bajo lluvias intensas  vientos cruzados y con los pasajeros que quieren llegar temprano. Tenés microsegundos para decidir en base a lo que ves y escuchás pero vas confiando en la información que te dan las pantallas por las comunicaciones… En un determinado momento en la radio en vez de darte indicaciones de aproximación te pasan un tema de “Bon Jovi” (It is my life)… te distraés un par de segundos y estando a metros de tocar tierra ponés la vida de todos en peligro. Esta vez lográs llegar a destino y no hay consecuencias mayores, pero te llaman la atención y te quedas con más preguntas que respuestas.

Lo mismo que en la situación anterior… una radio fue vulnerada y se retransmitió algo que no era lo que se necesitaba.

En ambos casos hablamos de una intrusión, un fallo de seguridad. En ambos casos es algo que cobra relevancia solo cuando pasa. Y es en estos casos que nos damos cuenta de dos cosas:

  • El valor de la información precisa y segura
  • La fiabilidad de acceso a la misma.

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